Hay lugares, sonidos, olores, personas que nos duelen

Hay lugares, sonidos, olores, personas que nos duelen, pues nos recuerdan una felicidad que creímos eterna, pero que resulto ser pasajera. Entonces nos vemos envueltos en recuerdos de una época de esplendor, luz, belleza pero de la que solo quedan ruinas, que aunque bellas, siguen siendo ruinas.

Transitamos un lugar conocido, pero por el que ya no andamos y en nuestro pensamiento vemos las rocas sueltas y madera enmohecida! Pero que al toque de la yema de nuestros dedos las rocas se vuelven muro y en mesa o silla,  la madera destruida.

Un canción que significo tanto, que nos lleva irremediablemente a un tiempo en el que nuestros labios besaban otros labios o nuestros cuerpos se  fundían en otro que considerábamos el mas sublime dela tierra. Oh, esa melodía que escuchamos silenciosos intentando que nadie descifre en nuestra cara o lea en nuestros ojos lo que en nuestra cabeza pasa.

Un olor percibido de pronto, como nacido de la nada, puede llevarnos a una mañana fría, una mañana gris, pero en la que nunca tuvimos frío por la  buena compañía. O el olor de un perfume captado al vuelo cualquier día que nos volar de inmediato a ese cuello o a esa camisa  a cuadros en la que feliz nuestra cara se sumergía. 

Y que decir de las personas, que a veces miramos de manera agridulce, que nos hacen plantearnos mil preguntas que comienzan con un: "...Que hubiese pasado si?..." Si me hubiese atrevido, si le hubiese dado todo, si no hubiese sentido tanto miedo... Y eso nos deja en la ruina! 

Nos hace sentir el profundo vacío en el que estamos circunscritos, dejándonos esa incomoda sensación en produce en el animo y en el rostro cuando una sonrisa muere súbitamente, de imprevisto.